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Inglés hablado: diferencias entre las variantes americana y británica
El inglés tiene muchas variantes, formas concretas de utilizar el idioma que se dan en ciertas zonas. Se caracterizan por diferencias de vocabulario, gramática, entonación y pronunciación, y llegan a ser tan diversas que dos hablantes del idioma pueden no entenderse entre sí.
En España, la variedad que se suele enseñar es la británica, pero conviene acostumbrar el oído a otras. Se han establecido varios estándares dialectales, aunque estos no llegan a englobar todos los acentos y dialectos que existen. Los dos más conocidos son:
- Received Pronunciation (RP): el acento estándar británico, que se habla en el sur de Inglaterra. Es el que suele oírse en la televisión y la radio inglesas.
- General American (GA): un «acento paraguas» que engloba los variadísimos acentos que existen dentro de Estados Unidos. Es el que escuchamos en la mayoría de películas y series americanas. Lo hablan millones de personas por todo el mundo, y es la variedad más estudiada.
Hoy te contamos las distinciones fonéticas entre estas dos variedades.
Rhoticity, la pronunciación de la «r»
Una de las divisiones fonéticas más importantes de las variedades del inglés es entre acentos róticos y no róticos, o «rhotic» y «non-rhotic»:
- En los acentos róticos, el fonema /r/ se oye siempre, tanto antes como después de una vocal. Entre las variedades róticas del inglés están la americana, la escocesa, la irlandesa y la canadiense.
- En los acentos no róticos, el fonema /r/ solo se oye antes de una vocal y no se pronuncia si va después de un sonido vocálico. Entre las variedades no róticas del inglés están la británica, la galesa, la australiana y la sudafricana.
Esta diferencia se aprecia en palabras como «hard» o «butter». En las variedades róticas, se pronunciarían /ˈhɑːrd/ y /ˈbʌtər/, marcando el fonema /r/, mientras que en las variedades no róticas, se pronunciarían /ˈhɑːd/ y /ˈbʌtə/. Las variedades no róticas tienen una excepción a esta norma: cuando el sonido /r/ va seguido de una vocal, aunque sea en la siguiente palabra, sí que se pronuncia, como en la frase «butter and jam».
Diferencias en la pronunciación de fonemas
Otra de las distinciones está en la pronunciación de fonemas concretos:
- Desaparición de la schwa: el característico sonido /ə/ tiende a desaparecer en la variedad estadounidense. Esto hace que la variedad GA no tenga triptongos, y que sus diptongos sean algo diferentes. Por ejemplo, en RP, «fire» y «crow» se pronuncian /faɪə/ y /krəu/ respectivamente, mientras que en GA, se pronuncian /faɪr/ y /krou/.
- Vocales más abiertas: el sonido /a:/ es mucho más abundante en GA, y se usa tanto como equivalente a la /a:/ británica como en lugar de la /ɒ/, como ocurre en «dog», que se pronuncia /dɒg/ en RP y /da:g/ en GA.
- Pérdida del sonido /j/: este sonido desaparece en palabras como «new», «due» o «allude». En RP: /njuː/, /djuː/ y /əˈljuːd/; en GA: /nuː/, /duː/ y /əˈluːd/.
- Flapping: la consonante /t/, a veces también la /d/, tiende a debilitarse en GA. De esta forma, en GA, «butter» puede sonar igual que «budder», y «winter» igual que «winner». El cambio en estos fonemas puede darse de muchas formas y originar sonidos muy diferentes.
Hay muchos otros detalles que ayudan a distinguir una variedad de otra, como la acentuación de ciertas palabras («adult» en RP y «adult» en GA), o incluso una pronunciación enteramente distinta («route», /ru:t/ en RP y /raut/ en GA). Normalmente, no impiden entenderse entre hablantes. Además, con el fenómeno del inglés como lengua de intercambio, estas fronteras son cada vez más difusas, y es común escuchar acentos que mezclan características de dos o más variedades. Aunque es recomendable ser consistente, lo mejor es encontrar una forma de pronunciar que nos resulte cómoda y natural. Con una pronunciación clara y fluida, es fácil hacerse entender.