Las ventajas de viajar y el Inglés

Viajar es soñar ¿y a quién no le gusta soñar?

El viaje comienza en tu cabeza ya mucho antes de moverte del sitio, imaginándote en lugares lejanos y desconocidos y preparando todo lo necesario para llegar a tu destino, sea el que sea y en caso de que lo sepas.

Viajar es conocer gentes y conocerse a sí mismo. Pero para conocer gentes en profundidad es importante poder comunicarse verbalmente, no es esencial ni mucho menos, pero sí definitivo para crear lazos más allá del momento y compartir más allá de los gestos y miradas. Da igual si viajas solo o acompañado, aunque si estás tú sol@ las ocasiones se multiplican. ¿Y si un local que acabas de conocer en un bar de Louisiana hace una fiesta en su casa y te invita, o quieres pasar unos días de coachsurfing con una familia en Berlín?¿o un viejo hindú decide desvelarte algún secreto de esos que sólo se aprenden de la vida o de sabios como él mientras te indica el camino en Kerala?

Esos momentos mágicos de por sí te llevarán más allá en tu aventura si la capacidad de percepción de tu entorno es lo mayor posible. Y si compartimos idioma eso ayuda.

Los hispanoparlantes tenemos la suerte de dominar un idioma tan ampliamente extendido por el mundo como es el Castellano, amén también de modismos y variantes varias, pero el idioma común del viajero sigue siendo el inglés. Poco importa si planeas viajar como un nómada backpacker por todo Asia, pasar unas cómodas vacaciones en un resort de las Maldivas o darte una vuelta por las calles de Québec, un poco de inglés te puede propiciar los mejores momentos de tu viaje compartiendo historias y vivencias con gente de cualquier parte del mundo -o al menos de su mayoría- que te transportarán al mismo centro de tu sueño permitiéndote interactuar con lo que ocurre a tu alrededor.

Gente igual que tú, que tiene ese privilegio de pertenecer al club de ‘anglocomunicantes’, ya sea de forma nativa o no, (y estos segundos disfrutamos inmensamente al descubrir que el esfuerzo a merecido la pena), que te harán sentirte un poco más cerca del resto del mundo descubriendo probablemente que tenemos más cosas en común de lo que parece, y que da igual en dónde estemos porque nadie puede resistirse a una buena charla, y más si es a cientos de kilómetros de nuestras casas.